Comparte
Author
apmnacional
Share
“Las montañas siguen allí”.
Por: Luis Angel Gollonet Teruel
Entrevista a Pedro Algorta, superviviente del accidente aéreo en los Andes de 1972
En una entrada anterior ya habíamos comentado que ser juez tiene algunas cosas buenas. Una de ellas es la posibilidad de conocer personas de lo más variado, que enriquecen mucho nuestras vidas.
En esta ocasión, colaborar con el blog de la APM me ha permitido conocer y entrevistar a Pedro Algorta, uno de los dieciséis supervivientes del accidente aéreo de los Andes de 1972, suceso con redivivo interés tras la exitosa película “La sociedad de la nieve”.
Conocido como Pedro Algorta, su verdadero nombre, José Pedro Jacinto María Algorta Durán, parece sacado de una novela de García Márquez.
Pedro Algorta tenía 21 años el viernes día 13 de octubre de 1972 cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya con destino a Chile y 45 personas a bordo se estrelló en los Andes, a más de 3.500 metros de altura y con temperaturas nocturnas de hasta 30 grados bajo cero.
72 días después, el 22 de diciembre de 1972, fue rescatado junto a otros 15 de supervivientes.
Esta fascinante historia ha sido contada en primera persona por el propio Pedro Algorta, en el libro “Las montañas siguen allí” (Lid Editorial), cuyo título me he permitido plagiar para esta entrevista, y cuya lectura, sin duda, recomiendo. El libro, digo, no la entrevista.
De los varios relatos que he leído sobre este suceso entre trágico y milagroso, “Las montañas siguen allí” es el que más me ha gustado.
Pregunta -¿En qué cambió tu vida el accidente del avión de la Fuerza Aérea Uruguaya aquel 13 de octubre de 1972?
Respuesta -En realidad no lo sé. Sólo sé que pude hacer una vida parecida a la que hubiera hecho si no me caía en los Andes. Mi vida no es distinta a la de los familiares de los que no volvieron, ni a la de mis hermanos que no estaban en ese avión.
¿Qué te motivó a escribir el libro “Las montañas siguen allí” transcurridos 43 años? ¿Por qué no lo publicaste antes?
Todo tiene su tiempo. Estaba ocupado en otras cosas, cuando tuve más tiempo para mí, me di cuenta que tenía algo para decir, y ahí salió mi libro.
¿Te consideras católico? ¿Afectó a tu fe de alguna manera el accidente? ¿Es cierto que rezabais el rosario cada día?
Sí, soy católico, pero todos rezábamos el rosario, aún los no practicantes. Era una forma de crear comunidad en el avión. Nos íbamos durmiendo, arrullados por el rezo. Nos daba una enorme paz.
¿Qué fue lo primero que comiste tras el rescate del día 22 de diciembre de 1972?
Pues comida hipercalórica. Chocolates y galletas, lo que nos produjo una enorme diarrea.
¿Dormías bien dentro del avión, quiero decir dormías 8 horas seguidas?
Dormíamos salteado, no 8 horas seguidas. Era muy incómodo.
¿Recuerdas alguna anécdota especial de aquellos días?
Nos reíamos mucho, no recuerdo las bromas, pero sí recuerdo las risas.
¿Cómo fue la convivencia durante aquellos 72 días?
Difícil. Estábamos obligados a convivir, pero fuimos creando nuestras reglas de convivencia.
¿Has visto la película “La sociedad de la nieve”? Del 1 al 10, ¿qué grado de parecido con la realidad le encuentras?
Está muy bien. Nos representa con gran fidelidad.
¿Actualmente tienes relación con los demás supervivientes?
Claro que sí, nos vemos con frecuencia. Y obviamente tenemos nuestro grupo de chat.
¿Tenías claro que ibas a sobrevivir y volver a casa? ¿O nunca pensaste que aquello terminaría bien?
Tenía la esperanza, pero no estaba claro. Había que estar vivo, un día más.
¿Tienes alguna secuela física consecuencia del accidente? ¿Alguna vez has soñado con algo relacionado con el accidente?
No he tenido sueños, jamás. No tengo consecuencias físicas.
¿Cuál fue el mejor momento durante aquellos días? ¿Y el peor?
El peor fue el alud que mató a 8 personas. Lo mejor eran las noches de descanso.
Las oposiciones a judicatura en España son unas de las más complicadas; desde tu perspectiva, ¿qué consejo le darías a los opositores?
Que hay que trabajar mucho, no para ganar, que eso nunca se sabe, para tener posibilidades de ganar.
¿Y a los jueces o demás trabajadores que estén cansados o agobiados por su trabajo, qué consejo les darías?
Que así es la vida. Vale la pena vivirla.
¿Se plantearon durante aquel tiempo alguna duda legal, o tuvieron la sensación de estar realizando algo ilegal?
Jamás
En el primer vuelo que tomaste después de 1972, ¿te dio miedo o ibas tranquilo?
Siempre me asusto, pero a veces menos que mi vecino.
Posdata. Sí, ya sé que había más y mejores preguntas que hacer. Pero en esto de las entrevistas pasa como con las discusiones, que las ideas más ingeniosas se te ocurren cuando ya has terminado y estás en tu casa haciendo otra cosa. En cualquier caso, espero que os haya gustado “Las montañas siguen allí” (la entrevista, ahora sí).
Luis Ángel Gollonet Teruel
Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía