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«CHICAS GUERRERAS» – María Reyes Vila Pariente
“CHICAS GUERRERAS”
La realidad demográfica de la Carrera judicial evidencia que el acceso a la misma por turno libre de oposición garantiza la igualdad efectiva, no en vano en las últimas promociones más del 70% de los que han ingresado en la Carrera son mujeres, siendo el perfil medio de las nuevas incorporaciones, mujer de 29 años.
Sin embargo y desgraciadamente, al igual que ocurre en el resto de la sociedad , tanto en el sector público como privado, es el hecho de la maternidad el que comienza a poner límites a la igualdad real y efectiva, convirtiéndose en un obstáculo insalvable para el desarrollo y promoción de la actividad profesional de las mujeres, de ahí que en las últimas décadas se haya invertido la pirámide poblacional y tanto en nuestro país, como en los de nuestro entorno, nos encontramos frente a una crisis demográfica para la que no parece existir freno .
En la actualidad sigue resultando muy difícil lograr la incorporación de los hombres a las tareas de cuidado y atención de la familia, prueba de ello es que sigan siendo las mujeres las que mayoritariamente hacen uso de las medidas de conciliación, de las que solo residualmente se benefician los hombres. Y ello sin duda obedece a que las mismas se perciben como un obstáculo para la promoción profesional, como lo es de hecho para las mujeres.
Habrá muchos hombres que no se den por aludidos, sin embargo las estadísticas demuestran que dentro de la función pública y en concreto dentro de la Carrera Judicial, donde los derechos de conciliación para ambos están garantizados en igualdad de condiciones, son de manera abrumadoramente mayoritaria las mujeres quienes atienden a las necesidades de cuidado y atención a la familia, tal como resulta del examen de los datos desagregados por sexos de las medidas de conciliación solicitadas y concedidas en la Administración General del Estado y a los miembros de la Carrera judicial en los últimos años ( datos extraídos del III Plan para la igualdad de género en la Administración General del Estado y en los Organismos Públicos vinculados o dependientes de ella.BOE 1 febrero de 2021 y II Plan de Igualdad para la Carrera Judicial, de 30 de enero de 2020) .
Hay pues que plantear mecanismos eficaces que nos permitan superar esta aparente dicotomía entre la maternidad o el desarrollo de la vida profesional, tratando de integrarlas. Eso es avanzar en igualdad .
Apostando por la conciliación , partiendo de la corresponsabilidad, como instrumento capaz de posibilitar a las mujeres desarrollarse con plenitud, tanto desde el punto de vista personal, como profesional, permitirá que no se vean avocadas a elegir entre ser madres o desempeñar su trabajo con formación, responsabilidad y perspectiva de futuro .
Atrás deben quedar las superwomen capaces de desarrollar ambas facetas plenamente.
No cabe duda de que últimos años se está haciendo un notable esfuerzo en regular medidas para ello, apostándose por políticas de conciliación desde los poderes públicos, e incluso desde el sector privado,( veáse que en el índice de Igualdad de Género 2020 de Bloomberg , a nivel mundial se incluyen 325 empresas de 42 paises y 14 de ellas son españolas).
Volviendo a la Carrera Judicial , con ocasión del primer aniversario del II Plan de Igualdad, desde el CGPJ , a través de la Comisión de Igualdad, se insiste en la necesidad de acciones de promoción de la corresponsabilidad y del uso de medidas de conciliación de la vida familiar y profesional, que minimicen el impacto de la asunción de tales tareas sobre la vida profesional de las personas que han de prestarlas.
Este II Plan contempla plausiblemente la conciliación entre sus ejes de actuaciónn (4º) y se fija como objetivo esencial para ello “fomentar medidas de corresponsabilidad y de conciliación de la vida personal, familiar y laboral”.
Sin embargo debe irse más allá, en el sentido de que las medidas de conciliación son las que han de posibilitar tanto la promoción profesional de la carrera judicial, contemplada en el Plan como 2º eje , para lograr la presencia equilibrada de mujeres y hombres en la carrera en cargos gubernativos tanto de nombramiento discrecional , como electivos, actividades docentes , de relaciones internacionales,….de acuerdo con la realidad demográfica de la carrera . De otra parte también dichas medidas conciliatorias resultan imprescindibles para las actividades de formación ( 3º eje del Plan), como necesaria para el desarrollo profesional y el acceso a las distintas especializaciones dentro de la carrera.
El esfuerzo normativo, a través de las reformas del Reglamento de la Carrera y el uso de la disposición general de mejora en materia de conciliación, permisos, licencias y cualquier otro derecho reconocido en el ámbito de la Administración General del Estado, previsto en el art. 373.7 de la LOPJ , debe traducirse en mejoras reales para los casos concretos y soluciones individuales a las compañeras, ante la insuficiencia de la regulación para lograr la efectiva y real equiparación del régimen estatutario de los miembros de la Carrera Judicial con el régimen estatutario de cuantos prestan sus servicios para la Administración General del Estado, sin que las peculiaridades de la función judicial, que han de ser tenidas en cuenta para regular estas materias de manera diferente en muchos de sus aspectos, puedan servir de excusa para impedir que se introduzcan avances en esa misma dirección.
Pues es una realidad que, pese a todas estas mejoras, mis compañeras en la actualidad , aun tengan que seguir siendo superwomen, haciendo uso de sus superpoderes, para llegar a todo , ser supermamás y ofrecer a la sociedad un servicio de calidad responsable en el desempeño diario de las funciones jurisdiccionales, en todos los rincones de este país, haciendo guardias semanales con enormes barrigas de 7 meses, para que en el pueblo donde se sirve se garantice el buen funcionamiento del servicio. O bien optan por críar a sus bebes lejos de sus familias y ciudades, según las vacantes que haya disponibles por todo el territorio nacional, a la vez que lo compatibilizan con poner sentencias cuando sus hijos ya se han ido a dormir, después de haber hecho de mamá por la tarde y por la mañana haber tenido una complicada sesión de Juicios, confiando en que al niño no le peguen los temidos mocos en la guardería, todo esto en tiempos ordinarios, no digamos en los de pandemia a los que desgraciadamente asistimos. O la actividad preparatoria a la actividad de formación, dejando abastecida la nevera y cocinando para tres días, para poder marcharse a un curso , cuando , recordáis?, los cursos eran presenciales. La cosa se complica aun más si cabe con la actual formación on line, por las tardes y sin licencias!!!!
Todo esto son situaciones reales y lo peor , muy actuales, que recientemente me han comentado compañeras jóvenes con las que tengo la suerte de compartir esta maravillosa Carrera, que no difieren en lo sustancial de las conversaciones que teníamos las que ya no somos tan jóvenes hace varios años…. Sin duda nos obliga seriamente a replantearnos el futuro , debiendo ir más allá de meras intenciones programáticas y tratar de articular mecanismos ágiles y eficaces para atender situaciones individuales , estableciendo canales de comunicación directa y de respuesta inmediata a las compañeras para atender a sus problemas de conciliación en el día a día, posibilitando la igualdad real en el desarrollo de nuestra Carrera , sin tener que ser superheroínas .
Sirvan estas líneas de pequeño homenaje a todas ellas , a todas estas “ chicas guerreras” de ayer, hoy y mañana , que van a por todas.
Reyes Vila Pariente, Magistrada titular del JPI 29 de Sevilla
Miembro del Grupo de trabajo de Igualdad y conciliación de la APM.