CARTA DEL PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE LA MAGISTRATURA

15 de junio de 2009

Querida/o compañera/o:

Me dirijo a ti nuevamente para informarte de que la Comisión Permanente de la Asociación Profesional de la Magistratura, en reunión celebrada este último viernes, 12 de junio de 2009, ha adoptado la decisión de convocar a los Jueces y Magistrados españoles a una jornada de huelga el día 8 del próximo mes de octubre.

No se me escapa que el acuerdo, por una u otra razón, puede no ser de tu agrado. Pero quiero dejarte claro que es el más fiel y exacto reflejo de lo mayoritariamente querido por el conjunto de los asociados, que han expresado su voluntad en el seno de la Comisión Permanente por intermedio de los Presidentes de las respectivas secciones territoriales, a los que previamente había solicitado, como bien sabes también por la carta que en su día te remití, la convocatoria anticipada de las correspondientes asambleas.

La valoración que hemos realizado de los resultados arrojados hasta el momento por el proceso negociador seguido con el Ministerio ha sido unánime. La coincidencia es plena a la hora de calificar lo conseguido como manifiestamente insuficiente.

Es cierto que se han logrado algunas cosas (jueces de adscripción territorial; supresión del ascenso forzoso; modificación del sistema de vacaciones…). Pero también lo es, y a nuestro juicio esto es lo más significativo, que las cuestiones de mayor importancia y envergadura siguen sin resolverse (planta judicial; pago de guardias y modelo retributivo; formación del personal y cobertura de vacantes por personal titular suficiente; mejora de las condiciones de jubilación; compromiso presupuestario…). Al tiempo que otras están siguiendo una deriva que juzgamos perjudicial e inconveniente (señalamientos; atribución a los Secretarios Judiciales de competencias que forman parte de lo más centralmente propio de la función jurisdiccional…).

Así las cosas, nuestra conclusión necesariamente tiene que ser de insatisfacción. Sin exageración ni manipulación algunas debemos proclamar que, en lo principal, nuestras exigencias siguen sin ser atendidas y que las cuestiones más significativas están, por el momento, pendientes o faltas de solución.

Aun con todo hemos decidido esperar hasta el 8 de octubre. Queremos demostrar, una vez más, que la lealtad, la responsabilidad y la prudencia han sido y siguen siendo las notas más definitorias y destacadas de nuestro comportamiento. Nos hemos declarado dispuestos a hacer un último esfuerzo y, consecuentemente, a conceder al Ministerio una última oportunidad. En el bien entendido de que, a partir de este momento, ni prestaremos ya más confianza ni concederemos tampoco más moratorias.

Ya no contemplamos la huelga como una simple posibilidad. No se trata, como hasta ahora, de decidir si la convocamos o no. La huelga ha pasado a ser una realidad a fecha fija. La Asociación Profesional de la Magistratura, por primera vez en su historia, ha tomado la decisión, firme y definitiva, de convocar una huelga el día 8 del próximo mes de octubre. A partir de este momento lo único que cabrá plantearse es si procederá desconvocarla.

Y eso ya sólo será posible, conforme a lo aprobado por la Comisión Permanente, si antes del día 20 del próximo mes de septiembre se constata un significativo avance en relación con las reclamaciones incluidas en el documento reivindicativo de la CIP que te hemos remitido, y muy especialmente en lo que concierne a aquellas reivindicaciones que, como las más arriba mencionadas, tienen para nosotros una especial trascendencia. Y si además se comprueba la existencia, a la vista de lo que en los presupuestos generales del Estado se haga constar al respecto, de un serio y razonable compromiso inversor y de gasto en materia de Justicia.

Llegado el momento decidiremos si esas condiciones han sido o no han sido cumplidas. Y lo haremos, como hasta ahora, después de haber dado la palabra a todos los asociados y escuchado su parecer. En la idea constitucional, que siempre he defendido y puesto en práctica, de que asociados y Asociación son una misma cosa. Y de que, precisamente por ello, la Asociación tan sólo seguirá el camino, en esta materia y en cualquier otra, que mayoritariamente le marquen y exijan que recorra sus propios asociados.

Agradeciendo muy sinceramente tu contribución y tu esfuerzo y con el ruego de que sigas confiando en la Asociación y cooperando con ella cuanto puedas, aprovecho la ocasión para saludarte y enviarte, de corazón, un fuerte abrazo

Jesús Mª Chamorro González

(Presidente de la APM)